Con Advíncula presente, el Vallecano ganó 2-0 de visita al Girona y asciende a Primera de España en otra gran remontada
Marca | Joel Sebastián
¡El Rayo regresa a Primera división! El equipo rayista, que aguantó con un jugador menos desde el minuto 55 por la expulsión de Emi Velázquez, se impuso por 0-2 en Montilivi en la vuelta de la final de los 'playoffs' de ascenso, firmando otra gran remontada al levantar el 1-2 de Vallecas en la ida y logrando así su octavo ascenso a Primera división, mientras que el Girona se quedará en Segunda tras volver a vivir una nueva decepción en su estadio como las ocurridas en 2015 ante el Lugo, un año después antes Osasuna y hace justo un año con el Elche.
El Rayo Vallecano superó en casi todo al Girona y se llevó la gloria del ascenso gracias a los tantos de Álvaro García, en el minuto 7, y de Óscar Trejo, justo antes del descanso. El planteamiento de Andoni Iraola salió a la perfección y a los gerundenses se le aparecieron los fantasmas del pasado que le hicieron volver a besar la lona y perder un nuevo ascenso en su quinta participación en unos 'playoffs' y en su cuarta final del ascenso.
El partido empezó de manera inmejorable para el Rayo. Cuando se habían disputado sólo siete minutos, Álvaro García recibió un pase al espacio de Emi Velázquez desde su campo que lo dejó solo ante la salida en falso de Juan Carlos. El extremo picó muy bien el balón y superó al portero local dejando a su equipo a un gol de Primera.
Montilivi quedó congelado reviviendo fantasmas del pasado, aunque los de Francisco intentaron controlar y digerir el golpe inicial. Cuando lo hicieron, los madrileños dieron otro golpe mortal y empezaron a poner un pie en Primera. Un robo de Andrés Martín y un nuevo balón al espacio para Álvaro García acabó en el punto de penalti para que Trejo, no de primeras, rematara al fondo de la red al filo del descanso.
El Girona trató de rehacerse en el descanso y, con dos cambios en el once, salió con algo más de intensidad, pero sin encontrar ideas en la zona de creación. El miedo, la tensión y la presión fueron a más para los catalanes, que pese a los cambios no podían ni sabían hacer daño a un Rayo tranquilo, con ventaja y con la seguridad de tener el partido donde quería. Ni la expulsión de Velázquez facilitó la labor para los blanquirrojos, que tuvieron el esperado arreón final buscando los remates del faro, Stuani, y las llegadas desde la segunda línea de Samu Saiz, pero sin éxito.
Foto Club Rayo Vallecano