Colombia ganaba 1-0, pero no soportó la presión de Brasil, y la selección de Reinaldo Rueda cayó 2-1 en la Copa América
El Espectador | por Thomas Blanco
Un tiempo en el que por fin sonó el vallenato de Reinaldo Rueda. No alcanzó la música, pero sí hubo buenas sensaciones ante el rival más fuerte del continente. Colombia cayó 2-1 ante Brasil en su último duelo de la fase de grupos de la Copa América en un partido que se desnaturalizó por el empate y polémica de los brasileños a los 77 minutos luego de una pelota que se desvió en el árbitro Néstor Pitana, el gol fue legal.
El primero, el mejor tiempo de la era Rueda. Un equipo corto, tanto lo había pedido, poco plasmado en la cancha. En el que Rafael Santos Borré, como un volante más, en una especie de estructura 4-1-4-1 con Barrios en la base y Duván, desenchufado, como único punta. El trabajo defensivo de Borré saboteando el funcionamiento del mediocampo brasileño fue uno de las claves. Y también el de Wilmar Barrios, el corrector, recuperador y organizador de la selección.
El gol fue la explosión para que todos los tornillos del funcionamiento encajaran por fin. Wilmar Barrios, tan bueno con los pies, mandó un pase filtrado que recibió Duván Zapata con sus apoyos. Se conectó con uno de los mejores centradores del planeta, que hizo 17 asistencias con la Juventus la pasada temporada, y Juan Guillermo Cuadrado mandó un centro venenoso que conectó libre Luis Díaz con una chalaca, golazo.
El ritmo del partido sonó a la colombiana: pases cortos, combinaciones largas de pases. Los silencios también, los colombianos controlaron el partido a punta de faltas. Un primer tiempo de alto vuelo tras el buen trabajo de Borré y Barrios. Los defensores centrales, tan cuestionados, tuvieron una buena noche.
En la segunda parte se jugó otro partido: Brasil logró meter a Colombia en su campo. La asfixió, no la dejó respirar, no la dejó tener la pelota. Salió Borré por Cuéllar, entró Borja por Zapata. Y Gustavo acompañó a Barrios como doble cinco con el único objetivo de destruir juego. Sometidos por ellos, llegó el gol de Firmino, que tan polémico, también se puede decir que era merecido.
Se perdieron 15 minutos entre las deliberaciones, protestas y dudas arbitrales. Al final el gol fue legítimo, pero el partido fue otro. Y en las últimas jugadas, de pelota quieta, de tiro de esquina, como ya se volvió tradición ante Colombia, Brasil hizo daño. Casemiro cabeceó un centro de Neymar al primer palo y dejó cifras concretas y el silencio en el equipo colombiano.
Una derrota que no supo a tan derrota porque por primera vez hubo vestigios del juego que quiere codificar el entrenador. Que no supo a tan derrota porque tras el empate de Perú y Ecuador, el equipo está prácticamente instalado en la segunda ronda, a pesar de que descansa en la última fecha.
Muriel, el jugador más talentoso de Colombia, se quedó en el banco. Daniel Muñoz se quedó con el lugar de Stefan Medina, que más que por rendimiento, por gusto de Reinaldo. Un vaso vacío en los primeros tres partidos de la Copa América para Colombia, pero que a partir del duelo ante Brasil ya se puede ver al menos medio lleno.
Síntesis:
Brasil (2): Weverton, Danilo, Silva, Marquinhos, Alex Sandro, Everton Ribeiro (Firmino, 45'), Casemiro, Fred (Lucas Paquetá, 67'), Gabriel Jesús (Everton, 77'), Richarlison (Gabriel Barbosa, 77'), Neymar. DT: Tite.
Goles: Firmino 77', Casemiro 99'.
TA: Alex Sandro, Everton Ribeiro, Neymar.
Colombia (1): Ospina, Muñoz, Sánchez, Mina, Tesillo, Uribe, Barrios, Cuadrado, Díaz (Murillo, 90'), Borré (Borja, 63'), Zapata (Cuellar, 63'). DT: Reinaldo Rueda.
Gol: Díaz 9'.
TA: Cuadrado, Ospina, Barrios
Árbitro: Néstor Pitana (ARG).
Escenario: Estadio Olímpico Nilton Santos.
Foto CONMEBOL