Gladiador Pool Ambrocio aspira esta noche alcanzar la medalla olímpica tras un arduo entrenamiento en la Videna 

Fuente Legado

Un par de segundos lo dejaron fuera de Río 2016, pero Pool Ambrocio nunca se rindió. Luchó por sus sueños hasta conseguir la clasificación olímpica a Tokio 2020, gracias al entrenamiento especializado que realizó en el Polideportivo 2 de la Villa Deportiva Nacional (VIDENA), escenario administrado por el Proyecto Legado. Desde un salón de este Polideportivo, el exponente nacional perfeccionó su técnica y se preparó psicológicamente para superar cada caída; y este martes, por la noche, se pondrá a prueba en Tokio 2020.

“Me he considerado candidato a medalla. Espero poder cumplirlo, porque entrené muy duro durante este tiempo. He mejorado el aspecto físico, técnico y psicológico. Ahora decido mejor y estoy convencido de lo que hago”, afirma.

Desde hace un mes, el deportista empezó una gira por el extranjero. Fue a Polonia, Turquía y Rusia para medirse ante los mejores, con la consigna de pulir cada movimiento dentro del tatami.

“Siento felicidad y satisfacción cuando me dicen que soy el mejor luchador peruano. Obtuve muchos resultados únicos a nivel internacional. Sin embargo, aún tengo mucho por recorrer. Todo esfuerzo trae su recompensa. También agradezco a Legado por darme las facilidades para entrenar en una sede panamericana”, resalta.

A sus 30 años, Ambrocio ha sabido repartir su tiempo entre los entrenamientos y clases virtuales de Administración y Gerencia. Actualmente, cursa el sexto ciclo universitario y confía en volcar todo ese conocimiento en favor del desarrollo del deporte nacional.

“Vengo de un barrio humilde. Eso ha influido en mi actitud y temperamento. No me considero una persona ruda, aunque mi rostro diga otra cosa. Siempre digo que uno puede ser deportista de alto rendimiento, sin descuidar los estudios”, agrega.

Ambrocio tiene como meta convertirse en el primer luchador de estilo libre en subir al podio en unos Juegos Olímpicos. De esta manera, superar lo hecho hace 24 años por nuestro compatriota, Félix Isisola, en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

El recinto donde llevó a cabo su preparación es reconocido por conservar sus condiciones panamericanas, gracias al mantenimiento que recibe permanentemente. Se trata de un espacio que ofrece a los deportistas practicidad y seguridad, evitándoles riesgos de accidentes y lesiones. Además, goza de equipamiento especializado, indispensable para elevar el rendimiento de los atletas.

El Proyecto Especial Legado Juegos Panamericanos y Parapanamericanos seguirá facilitando las sedes que administra, incentivando el deporte y velando también por el mantenimiento de la infraestructura, para garantizar un servicio de calidad.

Foto Legado

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