Goleó a Venezuela por 4-0, con un golazo de Ramiro Vaca y otros de Carmelo Algarañaz, Miguel Terceros y Enzo Monteiro
Fuente Mauricio Cambará | Diario El Deber | Bolivia
Bolivia necesitaba ganar para volver al ruedo y lo hizo de inmejorable manera. Superó por 4-0 a Venezuela jugando bien, sin pasar sofocones y demostrando que, de local, en Villa Ingenio, puede hacerse aún más fuerte. La gran actuación de Ramiro Vaca y de Robson Matheus encaminaron una victoria que le permite sumar 6 puntos y meterse en la pelea por un puesto al Mundial 2026.
El desafío era devolverle a la Verde la jerarquía que había perdido de local en el Hernando Siles y se lo hizo con contundencia. El 4-0 no admitió ninguna discusión y más bien, en algún momento, hasta quedó corto. El ‘cherry’ de la torta en una soleada tarde en El Alto, lo puso Enzo Monteiro que ingresó en el complemento y marcó el cuarto definitivo para Bolivia.
En la primera mitad del encuentro, Bolivia entró como un aluvión, presionó por derecha con Diego Medina y Henry Vaca y complicó con un lúcido Ramiro Vaca que manejó los hilos desde el medio. El punto flaco era la falta de precisión, sobre todo cuando Bolivia aceleraba y pasaba al ataque mientras su rival intentaba regular el ritmo de las acciones.
La presión de Bolivia en la que influyó Robson Matheus, dio sus frutos a los 13’ cuando Ramiro Vaca puso el 1-0 con un formidable zapatazo que se clavó en el ángulo derecho de Rafael Romo. Ese gol hizo explotar el estadio Municipal y fue, en realidad, un merecido premio. Venezuela que había apostado a aguantar, quedó en shock luego de ese tanto en contra.
Pero no todo acabó ahí porque Bolivia sufrió con la lesión de Henry Vaca que no dio más por una lesión en el muslo izquierdo. La Verde sintió la salida del rebelde del equipo y que obligaba a hacer un giro inmediato. Fue entonces que comenzó a mostrarse más Ramiro Vaca, una figura decisiva por su creatividad en el mediocampo.
Esa primera etapa, de todas formas, acabó bien para la Verde porque un empujón en el área a Carmelo Algarañaz hizo que el árbitro Wilmar Roldán cobrara tiro penal. A los 50’ y en medio de la euforia del estadio, llegó el 2-0 marcado por el mismo Algarañaz que pidió la pelota para rematar cruzado, junto a un poste de Romo. El complemento se venía bien; en el entretiempo Villegas sacó a Chávez y metió a Sagredo.
Lo que nadie imaginó fue que a 40 segundos de reiniciado el juego, Bolivia marcó el 3-0 tras una arremetida de Diego Medina, tras pase de Algarañaz a Fernández y mejor definición de Terceros para superar a Romo. Ese tanto le dio a los de Villegas una confianza más sólida para lo que venía en adelante ante un rival en shock.
El partido se abrió, porque Venezuela en su afán de acortar distancias metió a Soteldo y adelantó líneas para presionar más arriba. Le dejó espacios para la Verde que presionó con Fernández y Ramiro Vaca que continuaba siendo una pieza clave en el medio. Pudo haber marcado Algarañaz uno más o el mismo Terceros, pero no acertaron en la puntada final.
Hasta ese momento el público ya había comenzado a pedir el ingreso de Enzo Monteiro, que juega en el Santos, pero aún no debutó en primera. El pedido fue concedido por Villegas y el delantero que lució la histórica 9 de Marcelo Martins, marcó el 4-0 a os 89’ tras una arremetida de Sagredo y Paz por izquierda. Era lo que faltaba. El broche de oro para la goleada que se festejó ruidosamente en el estadio alteño.
De ahí para adelante solo fue esperar el pitazo final, ese que decretó poco después Roldán y que ratificó que Bolivia en El Alto mete miedo. Campanazo de alerta para los rivales cuando ya se han jugado siete fechas de eliminatorias al Mundial 2026.
Foto CONMEBOL